viernes, 7 de septiembre de 2012

Albondigon o Cabeza de Negro

La carne molida (carne picada en España) es una carne desmenuzada y cortada finamente en una máquina o con un cuchillo. Este tipo de preparación de la carne es más que nada para fines culinarios. Puede ser de cerdo, res, cordero, pollo, pescado, pavo, etc.

El uso de la carne molida es práctiamente mundial. Es el ingrediente principal de las albóndigas y de las hamburguesas. También se emplea para la elaboración de embutidos como salchichas, chorizos, salchichones, etc. Además, también se utiliza para algunas salsas de pasta como la boloñesa o como relleno de pasta rellena.

Conservación

La carne molida es más propensa a las bacterias, pues la contaminación de la carne sel le ser exterior (cuando los trozos están enteros se contamina la parte externa). Pero al molerla las bacterias pueden esparcirse por toda la carne con mayor facilidad. Además es más propensa a oxidarase por la misma razón lo que afecta su aroma y sabor.

También se puede congelar, pero para esto debe ser carne deshuesada (algunas preparaciones contienen trozos de hueso) y dependiendo del tipo de animal del que proviene puede durar entre 6 a 18 meses en el congelador.

Cabeza de negro o albondigón en salsa:


A esta receta mi abuela siempre la llamo cabeza de negro (ignoro totalmente el por qué) pero más tarde descubrí que la receta es la misma que la del albondigón en salsa.


Ingredientes

1/2 kilo de carne molida (o picada)
1 cebolla
1 cucharadita de sal
3 cucharaditas de vinagre
1 cucharada de pan rallado
1 huevo
1 lata de pasta de tomate (tomate frito)
3 cucharaditas de ajo en polvo



Primero se colocan en un tazón la carne, media cebolla rallada, el vinagre, una cucharadita de ajo en polvo, el pan rallado y el huevo. Se mezclan todos los ingredientes hasta que quede una masa homogénea y se le da forma redonda. En una olla con aceite caliente se coloca la carne hasta que quede dorada por todos lados. Mientras se dora la carne, en una licuadora se coloca el resto de la cebolla y el ajo en polvo, junto con la pasta de tomate y se licua hasta que quede líquido. Se le añade a la carne y se completa con agua hasta que la carne este cubierta, luego deja hervir a fuego alto hasta que la salsa se reduzca a un tercio de su volumen.

Nota: si no tienes licuadora puedes rallar la cebolla y agregarla un poco antes de la pasta de tomate y cocinarla hasta que quede translúcida.

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